Luego de que el medio Los Ángeles Times publicara este domingo un audio con antigüedad de un año en el que se puede oír a tres ediles del Ayuntamiento de Los Ángeles teniendo una conversación llena de comentarios racistas, se ha desatado la polémica entorno a esta situación.
Este martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca dio a conocer la postura del presidente Joe Biden acerca del caso: “El presidente está contento de ver que uno de los participantes en esa conversación ha renunciado, pero todos deberían hacerlo. Cree que todos deberían dimitir. El lenguaje que se usó y se toleró durante esa conversación fue inaceptable. Fue espantoso. Todos deberían renunciar”, dijo Karine Jean-Pierre. "Los comentarios racistas que se vertieron en esa charla son inaceptables y atroces", insistió.
La conversación fue grabada de octubre de 2021 e involucró a los concejales Nury Martínez, Kevin de León y Gil Cedillo, así como al presidente de la Federación Laboral del Condado de Los Ángeles, Ron Herrera, quien desde entonces renunció.
La concejal Martínez anunció el pasado lunes que renunciaba a la presidencia del grupo, pero no aclaró si dejaba su puesto en el consistorio. En la grabación se puede oír que la funcionaria atacó a Mike Bonin, otro miembro de la junta al que acusó de utilizar como un "accesorio" a su hijo negro, a quien comparó con un "pequeño mono".
En la conversación, que hizo parte de una discusión sobre la redistribución de distritos electorales, también se burló de los afroamericanos, así como de los inmigrantes mexicanos del estado de Oaxaca, a quienes se refirió como "feos".
Desde luego, a indignación y la postura en contra de estos señalamientos no se ha hecho esperar. Organizaciones latinas, políticos y concejales de la ciudad han solicitado que los tres concejales renuncien. Si los tres concejales renuncian, la única representación latina que quedaría en el Concejo sería Mónica Rodríguez, y el alcalde Eric Garcetti, que termina este año su periodo.
Este martes, una nueva reunión del consejo municipal fue retrasada por una manifestación en Los Ángeles que pedía la dimisión de los tres cargos electos implicados, de acuerdo a medios locales.